Íñigo López de Mendoza y Pimentel (9 de diciembre de 1493—17 de septiembre de 1566) fue el cuarto duque del Infantado. Tuvo cierta relevancia en la Corte aunque estuvo apartado de cargos políticos, quizá por sus simpatías a favor de las revueltas comuneras; en su residencia de Guadalajara circularon ideas filo-luteranas y erasmistas a poco de heredar el título.
Casó con Isabel de Aragón y Portugal, hija del Infante Fortuna a su vez nieto de Fernando I de Aragón, su hija María casó con Íñigo López de Mendoza, IV Conde de Tendilla y III Marqués de Mondéjar. Felipe II le encargó en 1559 recibir y acompañar a Isabel de Valois cuando esta se iba a casar con el rey, matrimonio que tuvo lugar en el palacio del Infantado en 1560. Era hombre culto y de letras, acrecentó mucho la biblioteca que iniciara el marqués de Santillana.