Su hijo Fernán Rodríguez de Villalobos sucedió a su padre como señor de Villalobos y murió soltero antes de 1356. En su testamento, otorgado el 13 de marzo de 1356, Inés declaró que ya era viuda y que no tenía ningún sucesor, salvo su hija Blanca: «Et porque, mal pecado, el dicho Fernán Rodríguez e sus fijos son finados e non fincó dél por la línea derecha, salvo Doña Branca, nuestra fija. Et porque, mal pecado, la dicha Doña Branca es tollida e tal que non puede aver fijos nin esperançá que los pueda aver.» En 1354 había otorgado otro testamento donde decía que su hijo Fernán tenía menos de catorce años, y ya para 1356, año en que otorgó el otro testamento, Fernán había muerto sin haber dejado ninguna descendencia, legítima o ilegítima.[