Notas |
- Pelayo Sola Esparza, ilustre hijo de San Adrián, uno de esos hombres de empresa que en nuestros tiempos ha contribuido de manera decisiva al pujante desarrollo industrial de Navarra. Pelayo ha quedado para siempre unido a la industria de conservas vegetales en Navarra.
A principios de siglo, en aquellos balbuceos de la industria navarra en diversos campos -cemento, textil, maderero, etc- Agustín Sola ponía en marcha en San Adrián, junto al Ebro, una fábrica conservera que, como otras de la vecina Calahorra y del mismo San Adrián, iba a extender por toda Europa la fama de la calidad insuperable de los productos hortícolas ribereños. Cuatro hijos del fundador -Juan, Artemio, Pelayo y Hortensia- darían en los años de la posguerra un impulso notable a la que, desde 1962, pasó a denominarse "Conservas Chistu, S.A.". El espectacular desarrollo del cultivo del espárrago en secano, la demanda de productos de calidad en unos años de prosperidad económica de Europa, incluida España, dio trabajo a un millar de personas y extendió su radio de acción a Extremadura, donde la empresa puso en marcha extensas zonas de cultivo y emprende ahora nuevas fábricas de envase. Hombre clave en este desarrollo ha sido Pelayo Sola, hombre sencillo de trato, trabajador infatigable y, como hombre de profundas convicciones cristianas, con un fuerte sentido social que le llevaba a preocuparse intensamente de los problemas de los numerosos obreros y obreras que de él dependían y entre los que gozó siempre de gran estima.
Situada entre las primeras empresas españolas conservaras, con un premio internacional de calidad, "Conservas Chistu" fue la empresa a la que Pelayo Sola entregó su vida, seguirá siendo fuente de trabajo y prosperidad para tantas y tantas familias y orgullo de Navarra.
Don Pelayo Sola Esparza, Presidente del Consejo de Administración de Conservas Chistu, S.A.
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