| Notas |
- Vela Gutiérrez (fallecido en 1160), a veces de apellido Osorio o Ossoria, era un noble leonés. El primero fundó el convento de Santa María de Nogales en 1150, pero fracasó y fue re-fundada como monasterio en una fecha posterior.
Vela era hijo del conde Gutierre Vermúdez. Altamente inusual para el hijo de un conde de León del siglo XII, que nunca alcanzó el grado de contarse a sí mismo. [1] Fue dirigida sólo como "mi caballero" (Militi meo) on 14 May 1149, cuando el emperador Alfonso VII concedió él, el pueblo de Morales del Rey con el territorio de Nogales en derecho hereditario "con todos sus accesorios ... por sus servicios" (cum toto eius honore ... pro servitio). [2] Esto probablemente indica que fue entonces sirviendo en la casa militar real, sino que también puede indicar que él mismo fue nombrado caballero por Alfonso. [3] Después de que el nombramiento de caballero del segundo hijo del emperador, Fernando, Vela fue nombrado para servir como su mayordomo. [4]
Vela casó Sancha Ponce, hija de Ponce Giraldo de Cabrera. Adoptó los brazos de su familia y les había mostrado en las tumbas de él y su esposa en el monasterio de Nogales. [5] Vela y Sancha donaron algunas casas que poseían en la ciudad de León al Monasterio de Vega. [6] A partir de algún momento después de 23 de abril 1148, probablemente en 1149, gobernó el feudo de La Cabrera, que le fue concedido por la Corona probablemente a petición de su padre-en-ley, que había cedido para este propósito, probablemente para servir como regalo de bodas. [7] Vela gobernó el territorio hasta que en algún momento antes del 29 de septiembre 1156, cuando se había pasado de nuevo a Ponce Giraldo. [8]
En abril 1150 Vela y Sancha fundó un convento benedictino en Nogales con algunas monjas de la casa gallega de San Miguel de Bóveda, a continuación, sólo un priorato de San Clodio del Ribeiro. [9] En la carta de fundación del convento, que fue escrito por en Salamanca antes de que su padre-en-ley, Vela Ponce gracias por la ayuda que recibió de él en la adquisición de la propiedad en la que el convento se iba a construir a partir de Alfonso [10] La declaración de la donación dice así.:
En el nombre de nuestro Señor Jesucristo, Amén. I, Vela Gutiérrez, junto con mi esposa, Sancha Ponce, doy por buena voluntad y de forma voluntaria a Dios ya usted, señora Aldoara Pérez, ya sus sucesores, para el remedio de nuestras almas y de nuestros padres y de toda la tarde fiel, que los bienes hereditarios que el emperador nos dio en el valle de la Ería, a saber, el pueblo lo llaman Nogales. . . [11]
Dentro de diez años, la nueva fundación había fracasado. De acuerdo con una fuente del siglo XVI, Vela nunca completó los edificios de su monasterio y después de su muerte, las monjas regresó a Galicia, cediendo Nogales volver a Sancha. [12] El tumbo del siglo XVI (cartulario) de Nogales culpa a la falta de resolución y la disciplina de las monjas. En 1164 la propiedad del convento desaparecido fue dado por la viuda de Vela a la abadía de Moreruela, que refundó con algunos monjes cistercienses. [10] Además de la abadía que había intentado descubierta, Vela hizo un par de donaciones de doce años de distancia ( 01 de marzo 1143 y 20 de marzo 1155) de Sobrado dos Monxes con su madre, Toda Pérez, y su tío, Rodrigo Pérez de Traba. [13] Los días 23 y 29 de junio 1141 Vela y su primo Gonzalo Alfonso había alienado a sus partes del monasterio de Lapedo a Gonzalo hermano Pedro Alfonso. [14]
Vela y Sancha tuvieron seis hijos, Fernando, García, Juan, Pedro, Ponce y Rodrigo-y una hija, María. [15] El 05 de junio 1181 los tres hermanos Fernando, Juan y Pedro y Suero Meléndez concedió una finca que había heredado en Gema a su hermana con la condición de que después de su muerte, que se reduciría a la Orden de Fontevrault y un convento establecerse allí. [16] Los laicos de la familia Vélaz, sin embargo, conservaron el derecho de vetar la elección de una priora, que que iba a ser de entre sus parientes. El laicas del clan Vélaz se les dio la opción de residir y ser atendido en el convento sin tener que tomar el hábito. [16]
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